Por Margarita Stolbizer.
1- Se firmo en secreto, no hubo debate, se aprobó con urgencia y carece de legitimidad, no es el resultado de consultas ni consensos, y es rechazado por la mayoría del pueblo y por las organizaciones judías.
2- El Gobierno, sin explicaciones, cambio cuatro veces de posición: primero exigía a Irán someterse a la justicia argentina; luego pedía cooperación; después propusieron un tercer país neutral y finalmente se allanaron a lo que querían los iraníes.
3- La Presidenta no cumplió con su compromiso público de realizar consultas con las organizaciones y todos los partidos políticos antes de firmar ningún acuerdo y sin embargo lo hicieron.
4- El Memorándum de Entendimiento es ambiguo, impreciso, da lugar a diferentes interpretaciones entre los países y también dentro de estos, además de graves errores de traducción.
5- Viola la Constitución Nacional que, en el art.109 prohíbe al PEN asumir atribuciones jurisdiccionales y en el art.18 garantiza el sometimiento a jueces naturales, estando prohibidas las comisiones especiales para juzgar.
6- Se asignan a la Comisión de la Verdad que se crea, facultades de revisión sobre la causa judicial, lo que implica desconocer los avances de esta y la determinación de responsabilidades de los funcionarios iraníes.
7- Se establece una negociación con el país acusado del atentado, en su territorio, siendo encubridores, acusados de violaciones a los derechos humanos y negadores del holocausto.
8- Implica la firma conjunta de una carta a Interpol para comunicar el inicio del acuerdo, que podría significar el levantamiento de las notificaciones rojas con pedido de captura que pesa sobre los funcionarios iraníes.
9- El instrumento no garantiza la acción de la Justicia, ni el esclarecimiento del hecho, es un retroceso y una concesión de soberanía y de jurisdicción que puede llevar a la impunidad de los criminales.
10- El Acuerdo forma parte de una estrategia del oficialismo para someter la causa AMIA a sus necesidades financieras y también político-electorales.