Como jóvenes, el 24 de Marzo es un día que nos recuerda una etapa muy dolorosa de nuestra historia, pero que sin lugar a dudas constituye una parte fundamental de nuestra identidad como sociedad. El avasallamiento de todos los derechos humanos y libertades democráticas en nombre de un Proceso de Reorganización Nacional fue la culminación de décadas de inestabilidad social, económica y política; caracterizadas por la constante irrupción de las fuerzas armadas en la vida democrática de nuestro país. El Terrorismo de Estado marcó a fuego y sangre nuestra historia.
Los militares tomaron el poder apoyados y movilizados por importantes sectores del establishment político, económico y eclesiástico,
para así imponer bajo el orden de un discurso único y hegemónico un proyecto de país autoritario, de libertades coartadas, excluyente, elitista y lejos de cualquier tolerancia al disenso o la pluralidad de voces.
El pasado empuja al futuro
Hoy volvemos a reclamar Memoria, Verdad y Justicia porque hacemos nuestra la responsabilidad de sostener las luchas por las libertades colectivas coartadas durante la última dictadura, y las consecuencias que aún hoy acarreamos. No nos basta solo con recordar a los/las 30.000 compañeros/as desaparecidos/as, sino que buscamos ejercer una revisión crítica de procesos históricos que marcaron a fuego la sociedad por la que hoy militamos. El pasado empuja al futuro. Por ello heredamos la defensa del derecho a la libertad de expresión y de prensa, a la participación libre y democrática, y el reconocimiento de pluralidad de voces. La persecución de las disidencias ha sido una constante en la historia argentina, alcanzando su máxima expresión en los años 70´, primero con la Triple A y luego con los militares. A 38 años del regreso de la democracia debemos sostener a diario la defensa de la libre expresión en cada una de nuestras prácticas políticas y oponernos a cualquier intento de imposición de un discurso hegemónico y oficial de la realidad, más aún si éste proviene del Estado.
El Terrorismo de Estado persiguió, torturó y desapareció de forma sistemática a una generación de jóvenes que promovía un proyecto de sociedad distinto. Nosotros reivindicamos la militancia política como transformadora de realidades y creadora de nuevos proyectos.
Somos, ante todo, militantes de los derechos humanos
Un militante del GEN es, ante todo, un militante de los derechos humanos. Alguna vez, Margarita dijo que “son progresistas aquellos que luchan contra la miseria y en favor de la obtención de conocimiento”. Nuestro horizonte es el de la igualdad y nuestro proyecto es el de una sociedad con Democracia Integral, es decir, democracia social, económica, biológica, ambiental, de géneros, de infancias y adolescencias plenas, de desarrollo sostenido. Una democracia que asegure previsibilidad, así como también progreso, pero un progreso compartido. Una democracia que asegure la salud mental de sus ciudadanos. Una democracia con libertad de voces y no la de un discurso hegemónico. Una democracia donde nuestra Provincia de Buenos Aires deje de ser la provincia del gatillo fácil y de la violencia institucional. Una democracia que garantice la libertad de gozar nuestra sexualidad sin miedo alguno. Que haga valer la libertad más importante de todas: la de ser feliz y de ayudar a los demás a que también puedan ser felices. Una democracia que nos de la libertad de elegir cómo vivir así como también nos otorgue la posibilidad de, frente a enfermedades insoportables, elegir cómo y cuándo partir.
Todo esto es imposible si no adoptamos y promovemos un compromiso ciudadano acorde a nuestros tiempos. El pasado nos interpela y nos empuja hacia nuestro futuro. Caminemos juntos/as hacia nuestro horizonte de igualdad, el proyecto está en nuestras manos. “Memoria, Verdad y Justicia” dejó de ser sólo un reclamo sino que forma parte de nuestra identidad para así, jamás olvidar y siempre seguir trabajando por nuestra utopía.
JUNTA PROMOTORA DE LA JUVENTUD GEN BA
24/03/2021