El jefe del Bloque de GEN PROGRESISTAS en la Legislatura bonaerense, Diputado Marcelo Diaz, sostuvo que la situación y estado de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, “a esta altura ya es un problema de orden nacional y debe ser tratado apropiadamente con políticas de Estadoprioritarias, decididas e integrales. Y como demandará tiempo alcanzar objetivos de mejoramiento de la fuerza, es imprescindible que esta política sea avalada tanto por oficialistas como por opositores”.
La Policía Bonaerense, que cuenta con alrededor de 85.000 efectivos, es la fuerza policial más grande del país. Esta declaración de Diaz se da en el marco de la alta cantidad de víctimas fatales producidas en el territorio de la PBA en el curso de 2016, y ante el crecimiento de secuestros extorsivos con inteligencia previay reiteración de hechos intimidatorios en circunstancias aún sin esclarecer. “Todo eso”, agrega Díaz, “además de los delitos complejos de narcotráfico y trata de personas, que desde hace años están rodeados de indicios de vinculaciones políticas y judicialesque no terminan de aclararse”.
El Diputado Diaz afirmó que “en cualquier caso, antes de saber qué hacer con la Policía Bonaerense hay que recuperar de inmediato el mando, el que hoy en apariencia le cuesta detentar a las autoridades provinciales ya que nos encontramos ante una cuasi unidad de hechos ilícitos que diariamente deja entrever distintos grados de involucramiento en actividades delictuales de diferente orden que cobran cada días nuevas víctimas en nuestra provincia”.
El referente de Margarita Stolbizer en la Provincia de Buenos Aires expresó que “el camino para recuperar la conducción política de la fuerza es, como primera medida, sobre la base de un mando centralizado indiscutible desde el poder político, con fuertes y continuas auditorías de asuntos internos, y mediante la creación además de controles descentralizados complementarios y de orden civil, con mayor intervención desde los municipios con presencia ciudadana en ese contralor (ya que son los que tienen mayor cercanía con la fuerza y con las consecuencias de su accionar), y con refuerzo de los controles desde el Ministerio Público; dado que la primer tolerancia cero debe ser hacia el interior de las fuerzas de seguridad”.