Durante el fin de semana se llevó a cabo en Mar del Plata el encuentro anual Semana Social 2016, organizado por la Comisión de Pastoral Social del Episcopado, bajo la consigna “Queremos ser Nación, Necesitamos Ponernos la patria al Hombro”.
Referentes sociales, gremiales, académicos y políticos reflexionaron junto a pastores de la Iglesia Católica sobre los desafíos que nos impone la realidad social, frente a un tiempo especial, marcado por el Bicentenario de la Independencia Nacional.
El panel denominado “Derecho a la educación”, contó con la participación de Delia Bisutti (Ex Diputada Nacional y ex dirigente de CTERA), Pbro. Néstor Alejandro Ramos (Vicerrector de la Universidad FASTA) y Omar Duclós (Diputado Nacional (M/C) y Presidente del Partido GEN de la Provincia de Buenos Aires), como panelistas, con la coordinación de la Lic. Mercedes Sanguinetti.
En su exposición, Omar Duclós manifestó: “Frente a un tiempo marcado por la desigualdad, la corrupción y la violencia asociada al narcotráfico, la educación es la llave fundamental para abrir la puerta de las oportunidades de progreso y construir una sociedad más igualitaria”.
“Necesitamos asegurar el pleno ejercicio del derecho a la educación, que supone accesibilidad, permanencia y terminalidad, con la adquisición de los aprendizajes programados en cada nivel educativo, es decir, para que haya eficacia en los procesos educativos, inclusión, calidad y equidad deben ir de la mano. La profunda transformación que demanda nuestro sistema educativo requiere de un gran acuerdo para definir y sostener políticas adecuadas, que recuperen la centralidad de los docentes y de la escuela, como agentes del cambio”.
“Para fortalecer el rol docente se debe asegurar su bienestar. Su adecuada formación inicial y continua, y generar nuevas opciones en el desarrollo de la carrera profesional, para su jerarquización y mejor rendimiento”.
La conformación de equipos directivos, especialmente capacitados para el liderazgo y cuerpos docentes con perdurabilidad en las escuelas y la fluida vinculación de éstas con el entorno deberían ser algunas premisas prioritarias; así como la instrumentación de la obligatoriedad de la sala de 4 y la universalización de la de 3 años para la educación inicial; la extensión de la jornada para los alumnos de las escuelas primarias y secundarias; la designación de docentes por cargo en éstas, en reemplazo de la cobertura por horas cátedras, para concentrar la labor en no más de dos establecimientos, facilitando el seguimiento de la trayectoria de los alumnos, junto a tutores y preceptores; del mismo modo que la actualización de los contenidos curriculares y la renovación de las prácticas pedagógicas”.
“Para ello, es necesario plantearnos el objetivo de una nueva ley de financiamiento educativo, con la meta de alcanzar el 10% del PBI gradualmente en un plazo de cinco años. Estado, comunidad educativa y sociedad civil toda, debemos comprometernos fuertemente para que la escuela recupere su capacidad de reducir la brecha social, formando alumnos para la promoción humana integral, asumiendo una ciudadanía plena, con posibilidades de integrarse satisfactoriamente al mundo del trabajo, cada vez más demandante de conocimientos, tal como lo plantean los obispos argentinos en el documento recientemente emitido en adhesión al bicentenario de la Patria, al señalar que ´la educación es el gran desafío que tenemos todos por delante como Nación´”, finalizó Duclós.