“EN EL GOBIERNO HAY UNA MANGA DE TESTAFERROS QUE SAQUEARON EL PAÍS”

Margarita Stolbizer
La causa Hotesur golpea en la puerta de la casa de la Presidenta, asegura. Rechaza las Paso de toda la oposición y admite que el pase de Juez al macrismo la sorprendió.

Por Mario Fiore

Margarita Stolbizer aspira a la Presidencia por un nuevo espacio político, Progresistas, una reversión del Frente Amplio Progresista (FAP) que hace cuatro años le permitió a Hermes Binner sorprender en los comicios presidenciales. La diputada bonaerense y jefa del partido GEN busca repetir la suerte del ex gobernador santafesino, de quien heredó la postulación nacional luego de que éste decidiera dar un paso al costado. Crítica feroz del kirchnerismo y también de las estrategias de gran parte de la oposición, Stolbizer cree que llegó el momento de que los argentinos voten a dirigentes decentes sin hacer especulaciones.

–Usted viene señalando que se necesita una nueva agenda para el progresismo. ¿Cuáles serían los ejes de esa nueva agenda?

–El Gobierno actual, que enarboló la bandera del progresismo, terminó encastrándola en el altar de sus propios negocios. Por eso creo que hay que darle contenido al progresismo a través de una agenda distinta, empezando por lo económico. La prioridad es la reforma del sistema impositivo, seriamente regresivo, injusto, con dobles y triples imposiciones, que termina recargando la presión sobre los sectores que producen y consumen y no en los que tienen mayores riquezas. Hay que hacer más justo el esfuerzo en la contribución. Transcurrieron 12 años de kirchnerismo, dentro de ellos la mayor parte fueron con condiciones económicas y políticas excepcionales, sin que nada de esto se haya hecho.

–Usted rechaza la idea de una gran Paso de toda la oposición. ¿Cómo se le da batalla al kirchnerismo sin acuerdos amplios?

–Creo que hay un error en cómo se mira lo que nosotros llamamos el fin de ciclo. Los que están gobernando se van. Eso debería ser un llamado a la responsabilidad para que quienes competimos discutamos un proyecto de país. Sin embargo, este proceso electoral está pasando sólo por las alianzas para ver cómo se preservan lugares y por una campaña de eslóganes con poco contenido. Sobre todo esto se instaló la idea de que hay que unirse todos para evitar que el kirchnerismo continúe. Yo creo que no hay ninguna chance de que eso suceda, primero porque la gente clausuró este período por cansancio. Hay que darle al votante la posibilidad de elegir con libertad. Decimos que hay que tirar la calculadora y votar con la cabeza y el corazón.

–¿Si ganase Daniel Scioli, no cree que sería una continuidad del gobierno de Cristina Kirchner?

–No pienso que tenga chance de ganar. El 70 por ciento de la gente no quiere saber nada con que el kirchnerismo continúe. Ahora bien, si finalmente triunfase Scioli, no creo que sea una continuidad real del kirchnerismo. Primero porque tiene un estilo de gestión muy diferente y ése es el motivo por el cual el cristinismo lo desprecia. Son tan ostensibles los gestos de la Presidenta para debilitarlo como candidato que yo a esta altura me pregunto si lo van a dejar llegar.

–Por sus denuncias, por ejemplo en el caso Hotesur, desde la Casa Rosada salieron a hacer contradenuncias que no duraron ni un día.

–Lo que irrita es que yo no soy una denunciadora consuetudinaria. No me saco fotos en las escalinatas de Tribunales, no hago shows . Hotesur es la primera vez que una causa judicial le toca el timbre a la puerta de la casa de la Presidenta. Antes le pasaban por el lado, iban a la casa de los funcionarios, de los ministros, de los testaferros. La denuncia se origina por el cotejo de la documentación de las declaraciones juradas de ella y la búsqueda de la información en la Dirección de Personas Jurídicas sobre sus sociedades. Eso demostró que había una flojedad de papeles escandalosa. La verdad es que la Presidenta debería ser la persona que más en condiciones debería tener sus papeles. No hay en la historia democrática argentina un gobierno con tantos funcionarios enriquecidos. Ni siquiera el de Menem. Hay funcionarios, amigos, empresarios, familiares, choferes y jardineros beneficiados por esto. Una manga de testaferros que han saqueado a la Argentina de una forma grosera. Funcionarios que venían de sectores medios del conurbano hoy viven en Puerto Madero. Eso marca la indecencia de este gobierno.

–¿Es justamente la bandera de la decencia la que está presente en la campaña de Progresistas?

–Nosotros hacemos foco en esta cuestión que vincula indecencia con la desigualdad. Lo que agrede no es sólo el enriquecimiento del funcionario, sino el enriquecimiento a costa de la calidad de vida e incluso de la vida misma de las personas, como pasó con la tragedia del ferrocarril Sarmiento.

–¿Por qué los argentinos votan políticos millonarios y no de clase media u obrera?

–Creo que no hay que tomar como algo normal que sólo los que tienen mucha plata pueden gobernar el país. Después, las consecuencias son las que tenemos porque en términos de gestión tienen concepciones elitistas y conciben al propio Estado como garante de negocios e intereses de grupos económicos.

–¿Cómo se hace política frente a aparatos y millones de todas las jurisdicciones?

–Intentamos hacer campaña poniendo en valor, como una fortaleza, la austeridad. Además, no dejamos de denunciar el abuso de los recursos públicos en función de los candidatos. La campaña y la política, para nosotros, es una acción militante. Creo que la política debe ser más profunda en sus contenidos.

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