Margarita Stolbizer asegura que los avances en las causas explican “la búsqueda de fueros” para el hijo de Cristina.
Clarín – “Lázaro Báez y Cristóbal López son a los Kirchner lo que Alejandro Vandenbroele, con más torpeza, quiso ser para Boudou”. Fue lo que dijo ayer a Clarín Margarita Stolbizer, diputada del GEN y principal impulsora del caso Hotesur. Fue luego de que se conocieran nuevos detalles sobre los contratos y vínculos que ligan a ambos empresarios con Cristina y sus dos hijos, y de más irregularidades en hoteles K. Para la diputada, la Presidenta está particularmente preocupada por la situación de Máximo.
Stolbizer, que decidió lanzarse como precandidata a la Presidencia por el Frente Amplio Progresista, saludó tanto la revelación de Clarín respecto de que uno de los hoteles pertenecientes a la familia Kirchner había tenido su número el CUIT suspendido por la AFIP debido a diversas irregularidades, como otra investigación de La Nación, que ayer confirmó que otras propiedades de Cristina y sus hijos habían sido alquiladas a empresas ligadas a López.
Estas novedades, según la legisladora, suponen que habrá “más trabajo para la Justicia”, que ya investiga si la relación comercial entre el grupo hotelero de la Presidenta y los dos principales empresarios K podrían suponer casos de corrupción y lavado de dinero. La causa ya se conoce como “Hotesur” (nombre de la firma con la que la familia presidencial controla su hotel más grande, el “Alto Calafate”) y está a cargo del juez Claudio Bonadio y del fiscal Carlos Stornelli.
“A medida que se conocen más datos se explican los nervios y la intolerancia de Cristina y la búsqueda de fueros para Máximo”, fue la conclusión de la diputada del GEN, que vinculó los avances en esta investigación con la posibilidad de que el hijo mayor de la Presidenta pueda postularse a diputado en las próximas elecciones.
Para Stolbizer, “las prácticas de lavado para esconder la plata de la corrupción no son novedosas. Se repiten y también explican los negocios y el enriquecimiento”. De allí su comparación entre los Kirchner y Boudou, quien se habría valido de Vanderbroele, su supuesto testaferro, para internar quedarse con la firma Ciccone.
Hasta diciembre de 2013, los hoteles de los Kirchner “Alto Calafate” y “Las Dunas” eran administrados por una sociedad ligada a Báez, antes de pasar a manos de Hotesur. Y lo mismo sucedió con “La Aldea”, el hotel que fue sancionado de oficio por la AFIP. López, en tanto, alquilaba otras propiedades de la familia en Puerto Madero.