Clarín – Carta de lectores Por Margarita Stolbizer
Quiero poner de manifiesto que, habiendo tomado conocimiento de situaciones que podrían calificarse potencialmente de fraudulentas, denuncié que la Inspección General de Justicia (IGJ) fue primero atropellada, asolada y luego vaciada por funcionarios de “La Cámpora”, un accionar que se repite en otras áreas del Estado.
Allí, personal idóneo fue desplazado, se ocultaron o perdieron legajos que pueden comprometer a personas o sectores afines al Gobierno, se usó información en contra de otros y hasta se dio el extraño caso de una persona que actuaba como subinspector sin estar nombrado.
Por esas y otras irregularidades, como las 22.000 personas fallecidas que figuran en cargos directivos de sociedades que la IGJ debía controlar, a lo que habría que agregar la desaparición de 200 armas de alto calibre que se encontraban en custodia en el RENAR (también dependiente de la misma cartera), reclamé acceso a la información pública por la vía que habilita el Decreto 1172/03 y luego pedí la interpelación del ministro de Justicia y Derechos Humanos, Julio Alak.
Las mayorías parlamentarias impiden el progreso de cualquier acción de esta naturaleza, por eso es imprescindible dar cuentas de ello por este medio. Es necesario rescatar las instituciones democráticas y republicanas y garantizar la transparencia de éstas y de las que pertenecen al sector privado.