Sólo se avanza si se mira hacia adelante

Otro mensaje importante de la reunión, es la vocación que hemos construido para seguir junto, para seguir unidos para ser más fuertes.

Definimos la agenda de recorridos para este primer mes de septiembre. Todos los 135 distritos deben saber que han sido asignados a un candidato/a a diputado/a nacional para cumplir con este primer rastrillaje del territorio. En la segunda etapa, se profundizarán las visitas, pero ya serán arregladas de manera más directa.

Los criterios de organización de actividades se fijan en la búsqueda de fotos por afuera de las estructuras partidarias. Hay que armar mucha prensa local y regional para buscar multiplicar la presencia, darle masividad al mensaje y alcanzar mayores niveles de repercusión.

Las actividades no son para hablarnos entre nosotros, sino para estar en la calle. Los votos se buscan allí adonde están: durante la campaña, en las casas (el puerta a puerta para hablar y entregar los materiales como estrategia principal de la campaña); en internet (las campañas 2.0 y la viralización de los mensajes como parte de una estrategia militante); y finalmente en las urnas!!!

Por eso, es que en esta etapa será muy importante el trabajo para reclutar fiscales. Hemos tenido lugares con 0 (cero) voto. Y eso tiene que ver con la falta de fiscales para asegurar la boleta en el cuarto oscuro y para controlar los recuentos de votos.

Recuperamos en el escrutinio definitivo. Pero ahora hay que tener fiscales en todas las mesas/escuelas para cubrir estos déficits. Debe haber gente en cada distrito/sección, que ya se esté ocupando de estas tareas. Así es como se consiguen y defienden los votos. No dejar para último momento. Debemos ser muy eficaces en estas acciones.

La territorialidad es la base de nuestra acción en esta etapa, al menos, en lo local. Recorrer cada barrio, cada casa, cada institución. Que a cada vecino/a le llegue nuestra lista y propuesta, que un militante pueda acercarse a conversar, a escuchar y a transmitir nuestras convicciones. Esa es la clave para conquistar ese voto.

Para alcanzar mejores resultados, lo primero que tenemos que intentar es ser mejores. Y en esta segunda etapa tenemos que demostrarlo, en todo sentido. Estamos modificando las estrategias de comunicación y publicidad y todos los distritos van a recibir boletas y materiales con tiempo para garantizar su distribución.

¿Cuáles deben ser los ejes de nuestro discurso y nuestra acción? Los elementos que nos distinguen de los demás. Hay que tratar de no caer en la simpleza de discutir autoría de proyectos y disputar en el mismo terreno que ponen los otros candidatos como si nuestras propuestas fueran las mismas. No seguir todo el tiempo la agenda que ponen los otros. No identificarnos solo por la negativa, por lo que no somos. Todos saben que somos la única lista no-peronista, pero eso limita nuestra capacidad de acción, convocatoria y representación. Hay que ir por más. Son muchos los que quieren un cambio, el 70%. Solo la mitad de ellos votó a Massa. Tenemos que ir por esa otra mitad!!!

Y para eso nuestro discurso debe ser claro y distintivo. Debe tener épica y emocionalidad. Porque la gente vota emociones.

Ya hemos definido como uno de los rasgos distintivos de nuestro discurso, la denuncia de la corrupción y las propuestas de políticas para la transparencia. Todos los militantes tienen que repetir esto, que, además, se repite en cada lugar donde gobiernan. Por algo los demás candidatos no hablan de este tema. Solo se refieren a la corrupción como proyectos aislados, carentes de eficacia (más penas a los corruptos, que luego no se le aplican a nadie), pero ninguno se compromete a revisar los diez años de corrupción kirchnerista. Están demasiado pegados con aquéllos.

Y la otra cuestión que nos debe distinguir se debate en el marco de las ideas. Hay una sobre oferta de opciones neoliberales (Scioli, Massa, De Narváez y la cuenta sigue). Entonces debemos acentuar nuestra identidad de centroizquierda. Esto no quiere decir dejar de buscar los votos en los sectores sociales medios, pero sin renunciar a esa identidad. Ese es un espacio vacante en la provincia que nosotros debemos saber ocupar.

Como dice el intelectual y militante centroamericano Nils Castro: “En un continente donde la desigualdad y la pobreza alcanza magnitudes intolerables…el papel de las derechas es reproducir el pasado, mientras que el de las izquierdas es producir el futuro… Los reaccionarios reeditan privilegios e inequidades y las perfeccionan. Tienen todas las respuestas. El papel de las izquierdas es crear la utopía idónea y justa para cambiar las cosas y elaborar nuevas propuestas y debatir los consensos necesarios para juntar fuerzas y construir alternativas de mejor proyección social. Lo nuestro no es la repetición sino la innovación y la aventura con esperanza…”

También tenemos que ir a plantear las contradicciones de una sociedad que dice querer cambiar pero puede repetirse y darle continuidad a lo que existe. El kirchnerismo acabó su ciclo, pero la amenaza es que se reciclan y se cambian el ropaje, se ponen una máscara con sonrisa, pero no dejarán lo que han sido.

Hoy nos cuentan que está abierto el libro de pases. Y los pases de legisladores del FPV al FR se dan minuto a minuto. El tema es que cuando cierre, todos los mismos que estaban de un lado, serán los que estén del otro.

Somos nosotros quienes debemos construir una nueva polarización, entre aquellos que solo pueden repetir el pasado y los que estamos buscando producir el futuro, desde una perspectiva participativa, solidaria y transparente.

Tenemos que ganar en coherencia, fuerza y compromiso.

En esta etapa, nadie es imprescindible, pero todos/as somos necesarios/as. Nadie puede bajarse de esta acción colectiva y ética que es la política y la posibilidad de estar comenzando un cambio, con la mirada puesta en el futuro.

Vamos a militar nuestra causa cada día con alegría y compromiso, vamos a multiplicar nuestros esfuerzos, a reconocernos y tomar nuestras manos en el camino para que nadie quede atrás.

Tenemos la fuerza territorial, los liderazgos federales, el motor militante y la fuerza moral de nuestras convicciones.