La Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires, aprobó y giró al Senado la Nueva Ley de Procedimientos de Adopción, una norma que tiene como objetivo agilizar la resolución de los trámites de adopción, con el debido respeto de todas las garantías del proceso y priorizando, en todos los casos, el interés superior del niño.
La Diputada Fernanda Antonijevic -FAP-, participó activamente desde la Comisión de Asuntos Constitucionales para que dicho proyecto de Ley sea aprobado y fue una de las oradoras en la sesión del día jueves. Durante su exposición Antonijevic agradeció al diputado Marcelo Feliú, autor del proyecto por su disposición para debatir e incorporar modificaciones para unificar criterios, “lo que esperamos posibilite la pronta sanción de esta ley de procedimiento de adopción provincial, que es realmente una de las mayores deudas legislativas que tenemos hacia los bonaerense”.
“Creo que en esta tarea conjunta hemos logrado plasmar, una ley que cambia el paradigma de la adopción, intentando resolver dos problemas: uno inherente a la resignificación de la adopción, de modo que sea un instituto confiable y transparente para toda la sociedad y otro no menos importante relativo a las garantías que permiten preservar los derechos de los niños, niñas y adolescentes”, sostuvo la Legisladora.
“Sin lugar a dudas cada niño, tiene derecho a vivir con su familia de origen, en la comunidad que habita y este tiene que ser el objetivo prioritario del estado.
Sin embargo, no es menos cierto que la adopción no puede otorgarse como un acto de caridad, sino como un derecho”.
“La nueva ley acortará los plazos de procedimiento y también el de las medidas de abrigo, y eso es muy positivo para los chicos en estado de vulnerabilidad, porque ya no deberán esperar años y años, para que se resuelva cual será su familia, o con quiénes vivirán”.
Antonijevic explicó también que el proyecto impulsa otro desafío, es que por vía reglamentaria se determinen los planes y programas de desinstitucionalización de los niños y adolescentes de la provincia, así como tratar, hasta las últimas consecuencias, de no separar a los grupos de hermanos, pero si es necesario, porque la mayoría de las personas no están preparados para adoptar a cinco hermanitos, los distintos padres deberán garantizar que se conservará el vínculo fraterno entre los chicos.
Otro de los aspectos en los que hace hincapié se basa en el derecho a la identidad del niño, lo cual conlleva no sólo la posibilidad de búsqueda de los orígenes en los casos de filiación desconocida, sino también la realización de los esfuerzos necesarios para mantener la vinculación con la familia de origen, cuando hay deseos y afectos.
Se garantiza también que los progenitores, sean parte en el juicio de adopción, reconociéndoles el derecho al debido proceso. Tienen la posibilidad de decir: “Este niño es mi hijo y quiero hacerme cargo de él”, o bien pueden manifestar su conformidad para que ese niño sea entregado en adopción, pero aquí se prohíbe expresamente la entrega directa de niños en guarda, las declaraciones ante escribanos y se exigen un mínimo de 45 días desde el nacimiento para manifestar su decisión de dar en adopción, que solo podrá efectuarse ante el juez de familia.
Las malas prácticas en materia de adopción, han llevado a que unos tres millones de argentinos, según datos aportados por la agrupación “Quienes Somos” desconozcan su verdadera identidad de origen. Son argentinos a quienes se les ha sustraído su verdadera identidad, porque fueron apropiados, mediante las llamadas adopciones ilegales, o simplemente siendo inscriptos como hijos de quienes no eran sus padres.
Con respecto a esto la diputada del FAP resaltó “hay que poner fin a esas prácticas, sabemos que hay personas desesperada por tener un hijo, que tienen buena fe, pero también que esas prácticas son el núcleo de uno de los negocios más aberrantes, como lo es la trata de personas, con consecuencias no imaginables para quienes solo quieren ser padres”.
Y agregó “negocio en el que los traficantes “pagan” por cada bebé muchas veces solo una bolsa de harina, con la cual los hogares dadores, dan de comer a sus otros hijos o unos ladrillos para agrandar la casa, aprovechando el estado de vulnerabilidad de esas familias, y usando los medios más atroces y miserables para lograr los objetivos”.
Para concluir la diputada Antonijevic dijo “hemos hecho el mejor esfuerzo para concretar esta ley y que las inolvidables miradas de los niños, que uno ve a diario en nuestros hogares de abrigo, en busca de afecto, en busca de una familia que los acoja, las miradas de sus pedidos desesperado de que los llevemos a nuestras casas, son esas miradas las que ameritan la mayor celeridad para brindarles la ley que merecen”.